domingo, 16 de noviembre de 2014

Volver a volver.


Pasear por las calles de un Madrid frío, y lento por la resaca, me trae retazos de soledad y nostalgia de lo que nunca hubo.

Vuelven las sensaciones del otoño, acompasadas por la caída de unas hojas en papel maché, trazadas por unas manos que aún no has conocido, y que sujetan la taza de café, única portadora de calor en esta fría tarde de sábado.

Aunque sea otro momento, y reclamas que es el mejor. Pero eres un ser nostálgico, forma parte de ti y no puedes abandonarlo como quien deja un trozo de él abandonado en una cuneta. Vuelve el frío, pero lo devolveré de otra manera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario